Nombre científico: Cupressus sempervirens
Parte de la planta: Agujas y ramitas
Método de extracción: Destilación por vapor
Origen: España
Color: Amarillo claro
Nota: Media
Aroma: Leñosos, herbáceo, fresco y limpio
Combina bien con: bergamota y otras esencias cítricas, enebro, lavanda, mejorana, pino, sándalo, salvia, cedro, geranio, rosa, jazmín.
Descripción Botánica: El ciprés francés es un árbol de forma cónica, que mide alrededor de 28 metros de altura. Es un árbol de hoja perenne con follaje verde oscuro y flores pequeñas y redondas de color gris marrón con conos de semillas de frutos secos en su interior. La madera es dura y duradera.
Componentes: D-pineno, d-sivestreno, cimeno, sabinol, alcohol terpénico y alcanfor de ciprés.
En el ambiente: Ayuda con los problemas respiratorios, asma, tos seca, sinusitis, irritación de garganta, afonía y limpia los pulmones. Es antiespasmódico y antiséptico, refrescante y balsámico. Combate la tristeza, la indecisión, la depresión, el enfado, los miedos y las frustraciones. Da perspectiva a la vida.
En la piel: Muy práctico para el cuidado de la piel y el cabello, ya que estimula la circulación y regula la secreción sebacea. A menudo se añade a cremas para la celulitis, mejorando el tono de la piel. Es bastante astringente, por lo que se utiliza en pieles normales, mixtas y grasas. En baños templados o aceites de masaje, estimula y reanima los músculos doloridos después del ejercicio. Combate la sudoración excesiva (especialmente de los pies), utilizado como desodorante.
En terapia: Se utiliza en gargarismos para la ronquera y dolor de garganta. Se inhala en casos de tos seca o convulsiva. En casos de menstruaciones dolorosas o abundante, se aplica mediante compresas sobre el abdomen. Los baños de asientos frescos o fríos con aceite esencial de ciprés alivian las hemorroides.
Historia: Los fenicios y cretenses utilizaban la madera de ciprés para la construcción de barcos y casas. Los egipcios utilizaron la madera para la fabricación de sarcófagos (ataúdes), y los griegos lo utilizaron para esculpir estatuas de sus dioses. Platón ya consideraba el ciprés como símbolo de inmortalidad. Desde entonces para numerosas culturas representa la vida eterna. “Sempervirens” significa “siempre vivo". Antiguamente se quemaba su madera como el incienso, para la purificación, y también se utilizaba para los tratamientos respiratorios por su propiedad antiespasmódica. El árbol da su nombre a la isla de Chipre donde solía ser adorado. La leyenda dice que la cruz de Jesús había sido hecha de madera de ciprés.
Precauciones: Aceite esencial suave, apto para todas las pieles. No utilizar en casos de epilepsia. No utilizar en niños menores de 2 años. Sólo para uso externo. No utilizar sin diluir. No utilizar en ojos ni mucosas.
En los jabones: Los aceites esenciales se añaden en la traza, teniendo en cuenta que ésta no supere los 60º, para que no se volatilice y pierda propiedades. Podemos añadirlo sólo o mezclado con otros aceites esenciales. El total de aceites esenciales es aproximadamente del 3% del peso total del jabón.
En masajes: Diluido en aceite base es muy útil en dolores en general, por sus propiedades analgésicas.
Compresas para las varices y capilares rotos: mezclado con aceite esencial de geranio y de lavanda y diluido en aceite base.
En el hogar: Ya en el siglo XVI se conocía al ciprés como repelente de insectos, hoy en día también se puede usar su aceite diluido para pulverizar ambientes contra moscas, mosquitos, polillas y ratones.
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